La empresa sabía de los tratamientos de fertilidad del empleado y su pareja, pero al conocer que este iba a ser padre lo despidió.
En primera instancia el juzgado no le da la razón al empleado, considera que no hay discriminación.
Sin embargo, al recurrir, el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria lo considera un acto empresarial discriminatorio, ya que, aunque la empresa supiera de los tratamientos de fertilidad, no es lo mismo que conociera que su empleado realmente iba a ser padre. Determina que el vínculo temporal entre el anuncio de la paternidad y el cese en la empresa no da margen a la duda. Ver la noticia completa
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