Las mujeres en Irlanda están poblando las redes sociales con fotografías de tangas para protestar por una sentencia en un caso de violación.

"Demostradme que las bragas de abuela disuaden a los violadores" o "Mi tanga no es mi consentimiento" son algunos de los eslóganes que acompañan a las instantáneas de los internautas que se van sumando a esta revuelta femenina que percibe misoginia en cierta forma de aplicar justicia.

La abogada del sospechoso, Elizabeth O'Connell, se refirió en su alegato final al tanga que llevaba la chica y pidió al jurado que lo tomara en consideración a la hora de emitir un veredicto, un planteamiento que ha llevado a grupos activistas y políticos a denunciar la "cultura que tiende a culpabilizar a las víctimas" en el sistema judicial.

"Es necesario preguntarse si las pruebas descartan la posibilidad de que ella se sentía atraída por el acusado y estaba abierta a conocer a alguien y estar con alguien. Hay que mirar la manera en que estaba vestida. Llevaba un tanga con un lazo por delante", explicó la letrada. Tras noventa minutos de deliberaciones, el jurado, compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, declaró al sospechoso "no culpable". La indignación por el trato que se da en este país a las supuestas víctimas de agresiones sexuales ha ido creciendo desde que esta semana un tribunal de la ciudad de Cork (sur) absolvió a un hombre de 27 años que estaba acusado de violar a una joven de 17, tras una noche de fiesta.  Ver la noticia completa

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