Diez años después de los hechos, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) tendrá que pagar 5,2 millones de euros por las “gravísimas lesiones” causadas a un bebé durante el parto en el Hospital de Valdepeñas (Ciudad Real).
Fue en octubre de 2012 cuando la madre acudió a dicho Hospital por encontrarse con síntomas de parto. Había tenido una gestación normal y todos los controles previos habían resultado normales.
La matrona decidió prescindir de una de las dos cinchas que se utilizan para la monitorización de la frecuencia cardíaca fetal y el control de la dinámica uterina del sistema Eco-Doppler. “Esa decisión impidió que se controlase efectivamente la situación física del feto”. El abogado explica que “tampoco se dio importancia a los 26 episodios de disminución de la frecuencia cardiaca del feto”, con “un proceder absolutamente negligente”. Ver la noticia completa.
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