El Juzgado de lo Social número 3 de León ha condenado a una empresa a pagarle una indemnización de 7.501 euros y a readmitir a un trabajador, tras despedirlo por ser gitano.

"Desde que estas aquí, no paran de entrar gitanos cuando antes venían de vez en cuando [...] y eso no es bueno para el negocio", le recriminó su jefa, según denunció el empleado durante el juicio.

La magistrada ha considerado probada una vulneración de los derechos fundamentales y ha dictaminado que el cese del empleado era nulo, tal como ha hecho público la Fundación Secretariado Gitano.

Cualquier despido motivado por el género, la orientación sexual, las creencias religiosas o el origen racial o étnico de una persona está considerado en el ordenamiento jurídico español como una vulneración de derechos fundamentales de la víctima.  Ver la noticia completa.

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