Dio instrucciones claras a sus comerciales para ocultar a la clientela los riesgos de perder los ahorros.
La orden era: son un 'producto sencillo, que sube y baja en Bolsa, y el dinero se recupera cuando quieras.
De hecho, había orden de no entregar el folleto de emisión al cliente hasta que éste no confirmara la compra de cuotas, de modo que estos inversores sólo tenían información fiel de los verdaderos riesgos de su inversión justo después de realizar la operación, nunca antes. Ver la noticia completa
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