El trastorno que padece el profesional impide que se le pueda atribuir la culpabilidad por sus actos.

Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha declarado improcedente el despido de un cartero de Correos ludópata que retenía envíos postales de tarjetas bancarias de clientes. El tribunal considera que, aunque los hechos son graves, la sanción disciplinaria impuesta por la empresa no puede conllevar el despido, ya que su trastorno ludópata impide que se le pueda atribuir la culpabilidad por sus actos.

El trabajador había retenido hasta en siete ocasiones envíos postales de tarjetas bancarias de diversos clientes, así como los posteriores envíos que contenían las claves de aquéllas, para hacer uso de sus fondos. Ver la noticia completa

¿Necesitas ayuda con algún asunto? Contacta ahora con nosotras

 

Correos 1