El Hospital Gregorio Marañón de Madrid se niega a identificar quién administró el 4 de febrero una dosis de micofenolato presuntamente mortal, 10 veces superior a la prescrita, a un bebé de nueve meses que falleció 15 días.
Esta muerte la investiga el juzgado de Instrucción número 10 de Madrid por supuesto homicidio imprudente profesional.
El magistrado titular de dicho juzgado, Juan Javier Pérez, se ha visto obligado a reiterar la petición de información al centro, ante la ausencia de respuesta a su primera solicitud. Ver la noticia completa
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