La cabo, destinada en Ceuta, puede pagar muy caro haber denunciado a un capitán por acoso sexual y laboral.

Su denuncia llegó al Supremo, que acabó absolviendo al capitán. Basándose en esta sentencia, el Ejército la ha expedientado por hacer “manifestaciones basadas en aseveraciones falsas” y el instructor ha pedido que se le imponga un mes de arresto. Sin embargo, el fiscal y un juez del Supremo estimaron que la denuncia de la cabo no estaba infundada.

En sus conclusiones, presentadas en marzo, el instructor del expediente se muestra extraordinariamente duro con la cabo. Asegura "ha quedado demostrada la falsedad" de sus denuncias y agrega que estas respondían "al taimado intento de conseguir que se reconociera su baja [médica] como contingencia profesional, con total desprecio por la imagen del citado capitán y en detrimento de la buena consideración de este en su unidad".

La militar aseguró que, con motivo de unas maniobras, el oficial se acercó a ella y le dijo: "Me pareces una mujer muy morbosa, siempre te estoy observando y me gustaría quedar contigo". A continuación, siempre según su relato, el capitán le puso una mano en el brazo y otra en la cintura, por lo que ella le rechazó tajante, alegando que tenía pareja y que su relación con él era solo profesional. A partir de ese momento, sostiene la cabo, el capitán empezó a acosarla laboralmente, negándole permisos y sancionándola, lo que le causó un trastorno depresivo y un aborto de cinco meses. Ver noticia completa El Pais

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